Inicio / ARTÍCULOS / Oftalmología infantil / Truco importante en la exploración oftalmológica pediátrica

Una de las cualidades de la enfermería por encima de todas es la paciencia, que como todos sabéis es la cualidad del que sabe esperar con calma una cosa que tarda, o sufrir la duración de un trabajo.

Sala de juegos Centro de Estrabismo

A la hora de explorar un niño en la consulta de oftalmología la enfermera ha de tener la virtud, entre otras muchas, de ser paciente ya que realizar pruebas en niños requiere de mucha habilidad, rapidez y paciencia.

Siempre hay factores que ayudan dentro de la consulta de oftalmología pediátrica y uno de ellos muy importante es el hecho de que el niño se sienta que viene a jugar, no debe tener la sensación de que el espacio donde se encuentra va a ser malo para él, por eso necesitamos siempre la colaboración de todo el personal del centro para que el niño note que está en un espacio divertido. Hay que ser amable con los padres y simpáticos con los niños, la sala de espera ha de ser alegre, con juegos para todas las edades y permitirles que jueguen y puedan desordenar las cosas, esto les da sensación de relajación.

Cuando la enfermera llama al niño lo primero que debemos hacer es tener contacto visual, llegar con una sonrisa y dispuesto a hacernos amigos, dirigirnos al niño en primer lugar antes que a los padres con los que habremos contactado visualmente. Empezamos comentando con el niño cosas que le puedan interesar películas de dibujos, el vestido de princesa que lleva o sobre el futbol u otro deporte… Siempre irán acompañados de los padres, eso les da seguridad.

La enfermería y la agudeza visual

La primera prueba que hacemos al niño es la toma de la agudeza visual así como la anamnesis prestando siempre mucha atención al niño.

El personal de enfermería debe de estar relajado y hacer que tanto el niño como los padres se sientan bien y que noten una sensación de tranquilidad por nuestra parte, que vean que no tenemos ninguna prisa y les vamos a dedicar el tiempo que se necesite para realizar la exploración.

Exploración oftalmológica

Menores de seis meses

Sólo haremos la anamnesis y pasará directamente con el oftalmólogo.

De 6 a 18 meses

Es difícil hacerles entender que lo que vamos hacer no duele ni es malo para él, se encuentra en una zona hostil con un enfermero con bata blanca y eso equivale a vacuna, aquí necesitaremos la colaboración de los padres ya que durante las pruebas a estas edades nos tienen que sostener al niño.Para poder realizar las pruebas de visión hemos de tapar un ojo y luego el otro para realizar es Test de Teller, por lo que el niño tenderá a llorar y los padres lo calmarán, pero se olvidarán de las instrucciones que les hemos dado para realizar la prueba, aquí también entrara a relucir la paciencia pero no de los padres, sino la nuestra con los padres para explicarles que hay que tapar y ellos sujetar las manos del niño para que no se quite el parche, contarles que es un juego y si todos colaboramos se realiza la prueba correctamente.

De 18 meses a 2 años y medio

Debemos realizar Test de Dibujos tipo Pigassou. Podemos encontrar niños que tienen miedo a tapar un ojo, por lo que se ha de jugar con ellos, explicarles que jugaremos a piratas tapando un ojo con el parche y si no se dejan, utilizar el oclusor, la mano de los padres o un vaso de plástico pero ante todo no debemos perder la paciencia.

Mayores de tres años

Colaboran muy bien al Test de E de Snellen, pero no por ello debemos hacer las pruebas sin sus padres, hay que mantener siempre un grado alto de confianza en los niños y sus padres son lo mas seguro.

La enfermería y la pruebas oftalmológicas

Encontraremos dificultades para realizar alguna prueba en estos niños, como puede ser la retinografía ya que llegan desorientados, puesto que se les han puesto las gotas de colirio ciclopléjico que pican y están enfadados y suelen ser reacios a poner la barbilla en la mentonera del Retinógrafo, este es otro momento de mucha paciencia para llegar a conseguir la colaboración del niño.

Hay veces que no se sabe si el niño somos nosotros los enfermeros o realmente son ellos, pero lo que siempre debemos pensar es que para sacar el máximo rendimiento de un niño hay que intentar pensar como un niño y no querer imponerse por ser adulto.
Cuando al niño le guste venir a la consulta del oftalmólogo y juegue imitándonos es señal de que hemos conseguido nuestro objetivo.

Conclusión

Explorar un niño tiene sus dificultades y es aquí donde debemos demostrar nuestras habilidades y nuestra paciencia.